Evangelio domingo 21 de abril

Domingo 21 de abril de 2024 | Juan Francisco Bravo

21 de abril de 2024

Evangelio según San Juan 10, 11-18

Cuarto domingo de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil"

Jesús pareciera decirnos: "El llamado que Yo hago, y los rebaños que Yo cuido, no son solo los cercanos o los conocidos, sino que son todos los de buena voluntad. El amor que tenemos en la Trinidad Santísima es a todos los hombres que quieren y aman. A Mí me importan todos, y quisiera que cuando terminen sus vidas, puedan llegar a mi lado. Porque fueron ovejas que amaron y ovejas que se abrieron al amor infinito que les tenemos. Esta Parábola del Buen Pastor les permite a ustedes acercarse a Mí. La descripción del Buen Pastor es mi mejor retrato. No pueden imaginar cuanta los quiero a cada uno."

A veces caigo en la frivolidad de no tomar suficientemente en serio esta parábola del Buen Pastor. No medito seriamente. Medito a la pasada, sin detenerme en la sencillez y hondura de la descripción que el Señor hace de su alma. Él es el Buen Pastor y Él da la vida por las ovejas. Esto anticipa lo que será la culminación de la vida de Jesús. Mi tarea en el tiempo que viene debe ser el detenerme con fuerza y humildad en la hondura del corazón de Jesús. Frente a una postura jansenista ante Dios, mi tarea será crecer en mi amor al Señor. Y también a todos los que se crucen en mi camino. Contemplarlo es un regalo inconmensurable. Mirarlo simplemente, y decirle que lo quiero y lo adoro con todo mi corazón, debiera ser mi tarea cotidiana que llenará mi vida de alegría.

Señore Jesús, Buen Pastor, me inclino ante tu amor infinito lleno de todo lo noble y bueno que existe. Te pido perdón por todas las veces que he sido superficial y me he olvidado de lo más importante de mi vida. Haz que me sepa amado por Ti. Llena mi corazón de amor a todas las personas que Tú pongas en mi vida. Quiero descubrirte de rodillas ante la custodia del Santísimo, cuando te contemplo en la belleza de la naturaleza o, más profundamente, en el cariño de las personas. Te pido que en medio de mis noches me regales el crecer en el amor. No me sueltes de tu mano, querido Señor Jesús.

AMÉN

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