Evangelio viernes 3 de mayo

Viernes 3 de mayo de 2024 | Alejandra Castelblanco

3 de mayo de 2024

Evangelio según San Juan 14, 6-14

Viernes de la quinta semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí». «Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras, Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

Meditación de Alejandra Castelblanco Moreira

"Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré"

Parece que Dios dijera: ustedes hablan de sus necesidades y a menudo yo escucho todo lo que piden. Yo les quiero dejar en claro que no hay trampa en esto, es verdad que lo haré. Ustedes dirán que muchas veces han pedido cosas y no se les ha concedido. Sin embargo, Yo los invito a descubrir su verdadera necesidad, no la pasajera o la inmediata, no la superficial sino la profunda y duradera y que dé cuenta para la Gloria del Padre. Vamos anímate a pedir eso que aún no te has dedicado a descubrir que necesitas.

Me cuesta mucho esta frase, es como contradictoria, dice que hay que pedir con confianza, pero no se cumple lo que pido, la mayoría de las veces. Esta conclusión me llevó a dejar de lado el pedir, decidí solo confiar y así no desilusionarme si no me llegaba lo que pedía. Poco a poco me fui dando cuenta que Dios actuaba en mí, dándome esperanza, tranquilidad, templanza, consuelo...y mi mejor descubrimiento es que aprendí a pedir. Hoy me quedo con la parte final de esta frase: "yo lo haré" no dice "te lo daré "y eso me lleva a pensar que Dios actúa en uno, desde dentro y no concediendo desde afuera.

Gracias Señor por enseñarme a pedir, a descubrir cuáles son mis reales necesidades y pedirlas en tu nombre. Haz que nunca me olvide de agradecer la forma en que me vas regalando tus dones para hacerme mejor persona. Quiero crecer cada día acorde a lo que Tú soñaste para mí, así que hazme los regalos que ayuden a esa tarea. Tú sabes mejor que yo lo que me hace falta, adelántate y hazme ser receptiva y agradecida con cada don que me das gratuitamente.

AMÉN

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