La Renovación Espiritual Mensual
Nuestro sistema de renovaciones es una respuesta al llamado del Señor a estar alertas y vigilantes. El nos previene a fin de que no nos durmamos, pues nuestros ojos tienden a cargarse de sueño.
P. Rafael Fernández
Nuestro sistema de renovaciones es una respuesta al llamado del Señor a estar alertas y vigilantes. El nos previene a fin de que no nos durmamos, pues nuestros ojos tienden a cargarse de sueño. Al renovar la alianza de amor a la luz de nuestro Ideal Personal, nos volvemos a decidir por el Señor, retomamos el rumbo que nos habíamos fijado y nos ponemos otra vez en marcha. Cada renovación constituye una profundización de la Alianza. La Alianza es vida, siempre es novedad y crece en la vida. Dios nos requiere por las nuevas circunstancias, nos plantea ante decisiones y nos enriquece constantemente con sus gracias. Toda esta realidad es asumida por la renovación espiritual mensual.
Es necesario hacer un alto en el camino y darnos tiempo para un diálogo más profundo con el Señor y con María. Cualquier amistad humana lo requiere. Si los esposos no se dejasen tiempo para dialogar personalmente, decaería necesariamente su amor. Muchas veces es un hecho que pecamos de superficialidad, nos desanima la opacidad de lo cotidiano y perdemos la sensibilidad para lo «único necesario». Entonces, la relación de amor termina enfriándose y perdiéndose. Por eso, una vez al mes, nos reservamos un tiempo más largo y tranquilo para conversar con el Señor y la Santísima Virgen.
Ojalá podamos hacer esta renovación (pensamos en dos o tres horas dedicadas a nosotros mismos y a Dios) junto al santuario. Es importante destinar un día fijo al mes (por ejemplo, los últimos sábados de mes) y una hora fija. Si sólo nos proponemos algo "en general", lo más probable es que vayan pasando los meses sin que nos demos cuenta, y entonces nuestra vida espiritual, en lugar de irse fortaleciendo, se irá enfriando cada vez más. Es recomendable que cada uno tenga un cuaderno personal donde anote sus pensamientos y propósitos.
Desarrollo de la renovación
En nuestra renovación mensual procedemos de un modo semejante a la revisión diaria. Nos preguntamos cuáles han sido los acontecimientos más significativos durante el mes pasado, sean estos de carácter positivo o negativo. El cuaderno personal nos puede servir como ayuda memoria
Ponerse en presencia de Dios
Se reza una oración al Espíritu Santo (por ejemplo, en el Hacia el Padre. p 217). Se puede también leer un trozo del Evangelio (por ejemplo, la parábola de los talentos, en Mt 25, 14-34, o bien, el texto de Mt 6, 25-34 sobre la Divina Providencia)
Revisión del mes pasado
Luego de habernos "ambientado", nos disponemos a revisar el mes pasado. Para ello podemos ayudarnos leyendo las anotaciones que hayamos hecho en nuestro cuaderno personal. Se trata de una meditación de más o menos media hora.
Respondemos tres preguntas, pensando en nosotros como persona, como matrimonio y familia, si somos casados, en nuestro trabajo, etc.
Primera pregunta:
¿Qué regalos de Dios recibí el mes pasado?
Segunda pregunta:
¿Qué cosas he hecho (u omitido) durante el mes pasado de las cuales me arrepiento?
ercera pregunta:
¿Qué ha pasado con mi horario espiritual y examen particular?
A cada una de estas preguntas le damos un tiempo suficiente. No es necesario detenerse en hacer una larga lista, sino, más bien, visualizar las cosas más relevantes y "gustarlas" a la luz de la fe práctica en la divina Providencia, conversándolas con el Señor y con la Virgen María.
Mirada al mes próximo
Prevemos lo que normalmente nos aguarda en el mes que comienza, con los acontecimientos más importantes que están por delante, y lo que nos dice el Señor a través de ellos. Tomando en cuenta estas previsiones y el resultado de la revisión del mes recién pasado, estamos en condiciones de programar el mes próximo.
Podemos organizar esta meditación haciéndonos las siguientes preguntas:
Primera pregunta:
¿Me espera algo especial este mes (personalmente, como matrimonio, en el trabajo, etc.?
Segunda pregunta:
De acuerdo a la meditación sobre el mes pasado, ¿qué voces de Dios me parecen especialmente importantes? ¿Qué me está pidiendo acentuar, cambiar?
Tercera pregunta:
¿Cuál será mi examen particular? Si es que tengo una determinada concreción, ¿debo conservarla o tal vez cambiarla? Lo mismo respecto al horario espiritual.