Venite adoremus...también en esta Navidad

"Venite adoremus" son dos palabras que se repiten varias veces en el antiguo canto en latín "Adeste Fideles", típico y clásico de la Navidad. En él se invita a las personas a levantarse y caminar a Belén para adorar al Niño Jesús. Por ello, levantarse, caminar y adorar son los tres verbos que el padre Guillermo Cassone quiere destacar para esta Navidad. Es una invitación a vivir estas fiestas en su espíritu original... ...  

| Padre Guillermo Mario Cassone (Arg/Italia) Padre Guillermo Mario Cassone (Arg/Italia)

VENITE ADOREMUS...TAMBIÉN EN ESTA NAVIDAD

Estas dos palabras se repiten varias veces en el antiguo canto en latin "Adeste Fideles", típico y clásico de la Navidad. Se invita a levantarse y caminar a Belén para adorar al Niño Jesús.

 

 

Tres verbos que me parecen dignos de subrayar en esta Navidad 2011:

LEVANTARSE – CAMINAR – ADORAR

Nos LEVANTAMOS cada día para iniciar una nueva jornada y varias veces a lo largo del día para cambiar de posición o actividad. Pero ante la fiesta que se avecina, se trata de algo más que un cambio corporal. Se trata de un cambio anímico para dejar atrás toda postración, inercia o comodidad.

La esperanza nos motiva a levantar la mirada más allá de lo inmediato y orientarnos hacia los valores que cuentan de verdad en la vida, a darle gracias a Dios por lo que somos y tenemos, a ver el lado bueno y bello de las personas y de las creaturas, a vivir y actuar en positivo.

Nos levantamos para elevar la mirada con fe hacia el Padre que nos ama infinitamente, regalándonos a Jesús que nos revela su rostro naciendo y viviendo entre nosotros.

CAMINAMOS hacia una meta. Somos peregrinos que estamos en búsqueda y que, hasta el final de nuestras vidas, seguiremos caminando hasta que nos reciba el Padre en su casa y nos dé el abrazo eterno, en el que por fin encontraremos el reposo.

Pero no caminamos solos sino en comunión con los que están cerca y con toda la humanidad. Nos sostenemos unos a otros para vencer el cansancio y los obstáculos del camino, para no perder el rumbo y para alentarnos.

Cada paso es un avanzar y un dejar atrás, pero también es un abrir brechas y dejar huellas, mostrarles por dónde ir a los que vienen detrás.

Vamos a Belén para ADORAR a un Niño llamado Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, poderoso y frágil, excelso y cercano. Lo adoramos ya que vemos en Él el rostro amable del Padre que nos sonríe con ternura y a la vez suscita en nosotros la ternura. Lo adoramos besándolo con cariño y sabiendo que ad-orar es besar, según su raíz latina. Hoy es importante ver el sentido de nuestra fe como una continua adoración de Dios, haciendo su Voluntad, confiando en su Providencia y reflejando su Amor infinito.

A cada uno les deseo que en esta Navidad nos LEVANTEMOS, CAMINEMOS y ADOREMOS al Niño en brazos de su Madre, para recuperar la paz del corazón y construir la paz en nuestro mundo.

Con mi afecto y bendición, los saludo a todos desde Roma,

P. Guillermo Mario Cassone

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